lunes, 25 de octubre de 2010

Lo místico del Señor de los Milagros

Era las siete de la mañana y nos encontrábamos rumbo a la avenida Tacna con Emancipación para reunirnos con nuestras dos amigas. Tuvimos que ir caminando hacia aquel lugar ya que no había pase en toda la avenida Tacna debido a que en las afueras de las nazarenas se celebraba la misa. Además pudimos observar mientras caminábamos cómo las personas iban marcando sus pasos con un ritmo acelerado para poder llegar a escuchar la misa: niños, adultos, personas mayores, etc. De todo tipo, diferentes edades y la mitad vestía su hábito morado.

Llegamos al lugar del encuentro y se podía apreciar a lo lejos al Señor de los Milagros, imponente y seguido de una gran multitud de personas con el atuendo de color morado o también, ropa tradicional. Además los serenos de la Municipalidad de Lima que merodeaban junto con la brigada canina, echaban a los ambulantes que transitaban por los alrededores tratando de vender sus productos (objetos religiosos) a los fieles devotos que escuchaban atentamente la misa de esa hora.

Nosotras tratamos de pasar a través de ese tumulto de gente pero era imposible, así que lo que hicimos fue rodear la avenida Tacna y salir por el jirón Huallaga. Mientras caminábamos entre las calles tradicionales del centro de Lima pudimos apreciar que gran cantidad de gente, hacía lo mismo que nosotras para darle el encuentro al Cristo de Pachacamilla y además, llevaban consigo sillas para poder sentarse cuando se cansaran.

Cuando entramos al jirón Huallaga pudimos apreciar que las personas estaban realizando su tarea, la cual, era la elaboración de alfombras florales de color amarillos, blanco, rojo y morado, pintorescas con motivos religiosos; personas de todas la edades cogían el aserrín, pétalos de flores mojadas para armar las alfombras y sin importar que se ensuciaran la ropa, ellos seguían trabajando para que esté lista al momento que el Señor realizara su recorrido.

Cuando salimos a la avenida Tacna con jirón Huallaga, nos dimos con la sorpresa que en la esquina de la Iglesia Santa Rosa habían armado una jarana criolla con motivo de la celebración al Cristo Moreno. Había muchas personas que estaban apreciando el espectáculo mientras esperaban al Señor de los Milagros. Los cantantes criollos, en su mayoría son conocidos, como por ejemplo: El dúo de Oro, Edith Bar, Silvia del Río, Carmen Cruz, Roberto Silva, Los Chamas y además todos ellos acompañados por el grupo musical Perú Criollo. Había mucha gente en ese lugar y más en el puente Santa Rosa ya que como tiene una elevación las personas se pararon ahí para esperar al Cristo de Pachacamilla y tener una mejor vista de él.

Muchas personas estaban sentadas en sus bancos, sillas de ruedas y la mayoría de ellos eran personas de la tercera edad. Además niños enfermos, jóvenes con retardo mental que fueron para pedir por su mejoría o cumplir con alguna promesa.

Después de 45 minutos de espera pudimos apreciar que el Cristo de Pachacamilla comenzaba avanzar con paso lento pero firme y las personas se ponían cada vez más ansiosas por cada paso que daba. Poco a poco se acercaba más y más hasta que en un momento comenzaron a sonar las campanas de la Iglesia Santa Rosa, como dándole la bienvenida al Señor de los Milagros. De pronto comenzó a venirnos en cima la avalancha de gente que retrocedía pero sin darle la espalda al Cristo Moreno.

Tratamos de quedarnos en ese lugar, pero fue imposible ya que si no retrocedíamos íbamos hacer aplastadas por el tumulto, pero retuvimos un poco hasta cuando el Cristo Moreno llegó al puente Santa Rosa e hizo una reverencia a las personas que se encontraban en ese lugar, para darles la bendición.

Siguió su trayecto y entró en el jirón Huallaga, la gente seguía sin darle la espalda al Señor. En un momento llegamos a estar lo más adelante que se permitía, ya que había una soga el cual separaba a las ahumadoras, los hermanos y la policía del tumulto de gente. A partir de ahí se pudo apreciar la devoción de las personas. Después comenzamos ha avanzar ya que la misma multitud de gente te empujaba.

El Cristo de Pachacamilla mientras avanzaba, iba deshaciendo las alfombras que tanto esmero hicieron los fieles devotos, pero esa es la función de las alfombras florales. Después pasó por el colegio Nuestra Señora de Monserrat donde las niñas estaban colgadas en las rejas para poder apreciar al Cristo Moreno y una profesora cantaba, con una voz poca privilegiosa, el himno de la procesión.

Una cantidad de camarógrafos y fotógrafos se subían, alquilaban las azoteas de las casas aledañas para obtener una mejor vista, una mejor apreciación del Señor de los Milagros y además para tratar captar una imagen que nadie pueda obtener, tratar de captar la esencia, la misticidad de la procesión.

Seguíamos avanzando y en una se esas no teníamos escapatoria, la multitud nos había atrapado, las personas comenzaron a empujarse entre si y no avanzaban, abuelitas con sus nietos metidos en ese tumulto de gente y nosotras cogidas como pudiéramos para no perdernos y que no podíamos respirar por la presión de las personas, hasta que pudimos salir del tumulto y avanzamos más allá para tener una mejor perspectiva.

Cuando veíamos a todos los fieles devotos, nos llamó la atención una señora en particular, ya que tenía cogida 5 velas encendidas en cada mano y toda la cera caliente chorreaba entre sus manos, pero la señora como si nada; fue tanta su devoción que no le importaba el dolor que pudiera causar la cera de la vela, ella seguía orando, concentrada, cogiendo las velas como motivo de su devoción. Después las personas se trepaban en las rejas de los ventanales para que los de la hermandad y la misma gente nos lo boten de ahí y ver al Señor lo más cerca posible.


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